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Las bicicletas eléctricas con el formato actual llevan poco tiempo entre nosotros. Generan ilusiones a los que son ciclistas y a los que no quieren serlo, pero sí desean desplazarse en bici por economía, salud, medioambiente, etc. Para todos ellos y para los demás, un motor en la bici puede hacer tu vida más fácil y divertida. Cuánto valen, cuál elegir, cómo se cargan, si tienen subvención, etc. son dudas que asaltan a los que se acercan al escaparate de una tienda de bicis, sea físico o digital. Pero, por encima de todas esas preguntas, hay una que es la que más se repite en sueños, tertulias ciclistas y cenas con cuñados: ¿Cuánto dura la batería? A decir verdad, la batería durará todo el tiempo que tardes en llevar a cabo cientos de ciclos de carga. Muchísimo. Esta pregunta realmente debería reformularse y decir que CUÁNTOS KILÓMETROS PUEDES HACER EN TU BICI ELÉCTRICA ANTES DE QUEDARTE TIRADO. La respuesta es muy fácil: depende. ¿De qué? Esto es un poco más denso y requiere manejar no pocas variables.

Los dos pilares son: qué hace el motor y qué haces tú. Las bicicletas eléctricas que tienes en mente son BICICLETAS DE PEDALEO ASISTIDO. Significa que para contar con la asistencia del motor hay que pedalear. Olvídate de darle a un acelerador y que la bici salga disparada. Si eso sucediera, hablaríamos de un vehículo que usa sus propios recursos (AUTO) y que los usa para moverse (MÓVIL), es decir, un vehículo AUTOMÓVIL. Pero no es este el caso. La bici eléctrica de pedaleo asistido, en adelante “la bici” o “la bici eléctrica”, tiene que contar con tus piernas para que el motor te dé apoyo. Entre tú y el motor se repartirá el trabajo de llevarte donde desees y al rimo que desees. O casi. Lo mejor es simplificar para poder entendernos. La batería de la bici acumula una cantidad de electricidad en el interior que la expresamos en vatios por cada hora (Wh) Cuantos más Wh tenga tu bici, más “gasolina en el depósito”. Otra cosa es la potencia del motor. Las regulaciones actuales la limitan a 250 vatios. Suficiente, créeme. Es fácil también pensar en la relación inversa entre la necesidad de potencia y el consumo de la electricidad acumulada en la batería. Cuanta menos potencia animal aportes, más potencia externa quieras/necesites, más energía consumirás y el “depósito” se vacía antes. Cuanta más potencia animal aportes a la ecuación o menos potencia externa quieras/necesites, más te dura el “depósito”. Y tan amigos.

Ya hemos visto que el ciclista tiene que pedalear para que el motor también aporte energía en forma de movimiento. Entre el motor y tú pasaréis una buena mañana de bici si os entendéis. Pero aquí aparecen otras consideraciones que van a influir en cuánto dura la batería. Veamos: cuanto más pese el ciclista, cuanta menos fuerza tenga en sus piernas o cuanto más desnivel acumulado presente el recorrido, más vas a necesitar del motor y, ya lo sabes, antes consumirás la batería. Si el ciclista es ligero, sus piernas aportan más o el recorrido es tirando a plano, tardarás más en consumir la energía acumulada en la batería y, por fin, podrás hacer más kilómetros con una sola carga. No se me ocurre nada mejor que acudir a Juan Ochoa, el hombre que más sabe de bicis eléctricas que conozco, para que en este artículo suyo te explique cómo entre dos bicicletas iguales, en el mismo recorrido, pero con circunstancias muy diferentes, la autonomía varía entre 30 a 100 kilómetros. Si pones el mando en la posición de menos demanda (que se llamará Eco, 1 o lo que sea) y tú pedaleas más, el consumo eléctrico es menor y harás más kilómetros. Pero si pones el mando en la posición de máxima demanda (que igual se llama 3, Turbo, Max Power o sabe Dios) y tú pedales menos, la autonomía puede descender apabullantemente. Y no, la bici no tiene la culpa. Y tu tienda tampoco.

Tras leer esto, espero que a los que crean que en la bici eléctrica no hay que pedalear o a los que crean que es una moto (que las hay y preciosas), se les hayan despajado las dudas.

Antes de comprar una bici eléctrica deberías pensar, no cuánto te va a durar la batería, sino cuánto necesitas que dure. Si la bici es para un uso urbano, en una ciudad plana en la que no vas a hacer más de 15 kilómetros al día (o menos), no pagues una batería enorme que pesa mucho. Si, por el contrario, lo que quieres hacer con tu bici eléctrica rutas de entre 70 y 100 kilómetros en montaña con una posible elevación de 2 000 metros o hacer el Camino de Santiago, entrena mucho o, si la bici te lo permite, lleva una segunda batería para cambiarlas. Ya hay mochilas y/o alforjas con un compartimento específico para ello. 

 

Ya sabes todo lo que tienes que saber para elegir bien la bici eléctrica que necesitas.  Deja que te demos un empujoncito para arrancar.