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Hay ocasiones en las que te sientes cansado sin motivo aparente. Vas a entrenar y ya estás agotado antes de empezar. El problema y la solución son fácilmente identificables: tienes sueño. De hecho, para rendir al máximo, el sueño debe ser parte de tu rutina de entrenamiento. No dormir bien puede arruinar tu progreso.

Aprende a dormir

Has de programar la cantidad y calidad de tu sueño. Justo como tu entrenamiento. Sólo así, no sólo ganarás calidad de vida, sino que los efectos beneficiosos del dormir bien te aportarán salud y reforzarás tu sistema inmunitario.

Ajusta tu reloj interno

Tienes que dormir de forma estratégica. Para ajustar tu reloj interno, el sueño ha de ser parte de tu día. Dormir convenientemente requerirá una planificación que haga que factores como la luz, el ruido o los nervios no te impidan dormir bien, especialmente cuando te acercas a una competición.

Has de entrenar tu cuerpo para el sueño respetando los ritmos circadianos, es decir la cronología que acompasa todo lo que de forma repetitiva sucede cada 24 horas. Un sueño adecuado lleva los beneficios incluso a nivel celular. Por tanto, verás como es más fácil dormir si lo haces dentro de una rutina.

Apaga las luces

Dormir a oscuras favorece la secreción de la melatonina que es la hormona que genera el cansancio e induce al sueño profundo. Esto mismo es aplicable para la luz azul que viene de los dispositivos móviles. Déjalos una hora antes de acostarte.

No te acuestes con hambre

Nuestros antepasados se levantaban pronto y motivados para ir a recolectar o cazar. Su estómago vacío era el despertador. Pues aún nos sucede así. Si te acuestas con hambre, dormirás peor. Vete a la cama bien cenado y dormirás mejor.

¿Qué significa bien cenado?

Si eres un atleta o deportista de nivel, sigue estos consejos, pero sé cauteloso y observa la reacción de tu cuerpo.

1.- No tomes demasiadas grasas antes de dormir. A tu cuerpo le cuesta asimilarlas.

2.- Toma hidratos de carbono de asimilación rápida horas antes de dormir y lo harás mejor: arroz, frutos secos, pan blanco, patatas o barritas energéticas.

3.- Toma sólidos mejor que líquidos antes de meterte en la cama.

4.- Dependerá de cada uno, pero evita la cafeína.

Piensa esto: si descansas, entrenas. Si entrenas, descansas.